Nathalie García Gómez
Ilusiones perdidas
Sigo buscando entre materiales inutilizables mis más íntimos recuerdos que alguna viví con tanto regocijo.
Me sumo a imágenes que fueron la evidencia más tangible de lo que aún sigue siendo el tema en boga.
Me sumo a imágenes que fueron la evidencia más tangible de lo que aún sigue siendo el tema en boga.
Quizás ahora puedo dimensionar lo que algún día me hizo imaginar lo más descabellados episodios tras lo sucedido. Aún sigo sin darme explicación del por qué no estuve in situ aquel día que marcó la vida de seres que vieron derrumbados sueños y esfuerzos de años en un instante, aquel momento que pasó a ser una eternidad castigadora y ensordecedora.
Las estrellas y la luna aun brillaban con la misma fuerza de siempre. Tranquilamente se seguían escondiendo sueños, contrariedades, disgustos, desdichas, felicidades, ilusiones no concretas bajo las cobijas.
El viento soplaba y se sentía un aura diferente. Nadie podía predecir aquel lapso que muchos quisiesen olvidar. Los temores, las inseguridades se tornaron más fuertes y todos pedían a un solo ser que todo esto terminara. Fueron diferentes las situaciones, pero un desastre en común.
Nuestras almas se aferraron a nuestros seres más cercanos, unos pedían perdón, otros oraban, mientras unos se desesperaban, otros los calmaban; mientras algunos desvanecían otros se fortalecían; mientras unos gritaban, otros lo escondían en silencio; mientras unos se abrazaban, otros se soltaban; mientras unos vivían al máximo, otros sucumbían; mientras unos clamaban paz, otros los hacían por primera, segunda y hasta por tercera vez; mientras mi familia sufría, yo...agonizaba
He recorrido la mayor parte de los lugares que me vieron crecer y aun sigo sin dimensionar aquel desastre que arrasó con la vida, los esfuerzos y los sueños de varios. Hoy, que han pasado un par de meses, siguen almas que reclaman por sus seres que desaparecieron, imagino, haciendo su mayor esfuerzo por tener una segunda oportunidad de vida.
Nos han castigado, de todos los errores que hemos cometido. Nos han desgarrado de nuestras raíces, se han llevado nuestros sacrificios y aquí seguimos intentando levantarnos, como siempre lo hemos hecho y no flaquearemos.
Quizás nos sigan castigando, pero frenaremos dañarnos a nosotros mismos y nuestra naturaleza?
…El momento en que cesemos quizás la madre tierra haya cobrado fuerza y aquí ya no estaremos.-
Ese será el minuto exacto en el que nuestros pecados quisiesen ser olvidados, nuestras plegarias serán constantes, que aquel que nunca tuvo fe, ahora orará por todas las veces que negó su religión; nuestros arrepentimientos surtirán de nuestros más recónditos deseos; que el no habernos dicho palabras se transformarán en un deseo indomable de querer alcanzar, pero ya siendo tarde nos daremos cuenta que el tiempo fue nuestro peor enemigo, y ahora, débiles almas pidiendo socorro, no serán más que endebles cuerpos buscando tranquilidad y paz en medio del torbellino…
Nuestras almas se aferraron a nuestros seres más cercanos, unos pedían perdón, otros oraban, mientras unos se desesperaban, otros los calmaban; mientras algunos desvanecían otros se fortalecían; mientras unos gritaban, otros lo escondían en silencio; mientras unos se abrazaban, otros se soltaban; mientras unos vivían al máximo, otros sucumbían; mientras unos clamaban paz, otros los hacían por primera, segunda y hasta por tercera vez; mientras mi familia sufría, yo...agonizaba
He recorrido la mayor parte de los lugares que me vieron crecer y aun sigo sin dimensionar aquel desastre que arrasó con la vida, los esfuerzos y los sueños de varios. Hoy, que han pasado un par de meses, siguen almas que reclaman por sus seres que desaparecieron, imagino, haciendo su mayor esfuerzo por tener una segunda oportunidad de vida.
Nos han castigado, de todos los errores que hemos cometido. Nos han desgarrado de nuestras raíces, se han llevado nuestros sacrificios y aquí seguimos intentando levantarnos, como siempre lo hemos hecho y no flaquearemos.
Quizás nos sigan castigando, pero frenaremos dañarnos a nosotros mismos y nuestra naturaleza?
…El momento en que cesemos quizás la madre tierra haya cobrado fuerza y aquí ya no estaremos.-
Ese será el minuto exacto en el que nuestros pecados quisiesen ser olvidados, nuestras plegarias serán constantes, que aquel que nunca tuvo fe, ahora orará por todas las veces que negó su religión; nuestros arrepentimientos surtirán de nuestros más recónditos deseos; que el no habernos dicho palabras se transformarán en un deseo indomable de querer alcanzar, pero ya siendo tarde nos daremos cuenta que el tiempo fue nuestro peor enemigo, y ahora, débiles almas pidiendo socorro, no serán más que endebles cuerpos buscando tranquilidad y paz en medio del torbellino…
Y las ojas volverán a caer...
Aun sigue guardada esa carta. Cada una de las lìneas conforman lo que siempre fue deseado en el alma, en el cuerpo y que hoy se desvanecen con el pasar de los dìas, las horas, los minutos. Cada frase se compone de suspiros y recuerdos que sòlo quedan en vagos pasajes de lo que algùn dìa fue el mejor de los momentos. Esos momentos que dieron curso a nuestra vida, juntos, que si bien la distancia nos alejò por un momento, volvimos a retomar el amor màs puro que puede existir. Ese amor que se confunde en la piel, dejàndose caer lentamente entre figuras y mètaforas; de pasiòn y sentimiento; de amor y de odio; de amor y engaño... Bastò que cayeran las hojas de los àrboles para derrumbar lo que siempre pensamos no concretar. Brillaron muchas lunas y la imagen de la musa seguìa contemplando esos ojos que deleitaban su libido y ego sin palabras ni expresiones; a lo lejos el susurro de la naturaleza seguia comunicando a esas almas dèbiles su fervor, eso que destronaba, que hacìa sufrir a muchas almas dèbiles, solitarias y enfermas. Y ahi seguìa ella, comunicandose con su alma perdida, expresando ìnfimas partes de su ser, gastando las hojas que fueron parte importante de su existencia, dàndole vida a una pluma, trazando cada parte minuciosamente, descubiendose a sì misma aquella alma temerosa y tìmida que por segundos renace, vive, disfruta, se apasiona, se enamora, vuelve a creer, se cae, pero sigue enamorada de esa alma escondida, esa que le permite vislumbrar y destellar poco a poco su luz, esa que se refleja en las hojas que algùn dìa tuvieron vida, pero que hoy mueren ensangrentadas en grafito; no obstante seguiràn su curso y pronto èstas, volveràn a caer...
Nathalie 2011-1
Nathalie 2011-1
1 comentarios:
Te felicito Nataly...en serio...me gusta...me gusta esta faceta que desconocía hasta ahora...ojalá sigas escribiendo...aunque hay un detalle...no tiene que ver con tu trabajo...es el nombre del Club....un poco cursi no te parece????...jajaja...eso de "Señoritas Literarias"...mmmm....no sé....me causa ruido..jajaja...pero en cuanto a ti....sólo me queda felicitarte y esperar que continúes...éxito.
Daniela Ruiz Cáceres
Publicar un comentario